Cristianismo y la Guerra: Un Llamado a la Paz en Medio del Conflicto

Cristiano que apoye genocidio y venganza israelí contra Gaza no entiende la cruz y se condena así mismo. De la misma manera que apoyar a Hezbollah y Hamas lo aparta del camino y la verdad que se tiene en Cristo Jesús. Si eres cristiano no aplaudas ninguna guerra y sangre porque dejas de ser hijo de Dios: “Bienaventurados los que hacen la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios" Mateo 5:9

10/26/20242 min read

El Llamado de Cristo a la Paz

El mensaje central que Jesucristo transmitió durante su ministerio en la tierra gira en torno a la paz y la reconciliación. En el Sermón del Monte, se encuentra una de las declaraciones más poderosas sobre la paz: "Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios" (Mateo 5:9). Esta enseñanza resalta no solo la importancia de la paz en la vida de un cristiano, sino también la identidad y el papel que desempeñan los seguidores de Cristo en un mundo marcado por el conflicto, la muerte y la discordia.

Cristiano que apoye genocidio y venganza israelí o los ataques de grupos como Hezbollah y Hamas no entiende la cruz y se condena así mismo. Debemos amar siempre a Palestina y a Israel por igual, mostrando misericordia por ambos y por lo que viven. Si eres cristiano no aplaudas ninguna guerra y sangre porque dejas de ser hijo de Dios: “Bienaventurados los que hacen la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios" Mateo 5:9

La ignorancia religiosa de tradiciones asigna como pueblo de Dios a la raza israelí, cuando la Palabra de Dios muestra que Él no hace acepción de personas ni es un Dios de una raza. Cristo es eterno y solo los que creen en Él son el verdadero pueblo de Dios: "Dios NO HACE ACEPCIÓN de personas" Hechos 10:34-48.

Tambien el legalismo y fariseísmo aparta al cristiano de la verdad por tradiciones y vertientes cristianas que niegan que el Anticristo comenzó en Israel ocultando así a la misma Palabra de Dios. Porque el Israel que no confiesa a Jesucristo como Dios mismo y que vino para salvarnos porque es Él el camino, la verdad y la vida, es aquel el Anticristo que vive en el mundo. (1 Juan 2, 4) (2 Juan 1) (Mat 24 Mar 13) (2 Tes 2) (Apoc 13) (Hec , 21, 26) (...) Pero debemos ver con misericordia a los israelitas que odian a Jesús y que están bajo juicio del Señor porque están muertos espiritualmente cuando fueron cortados del arbol de la vida.

Los israelitas que no creen en Jesús están de la misma manera como lo están los palestinos que no creen en el salvador de Abraham y de Moisés: Jesús. Lo anterior se aclara cuando la palabra de Dios indica que toda persona que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios porque está bajo el espíritu del Anticristo que ya está en el mundo.

Ser 'hijos de Dios' implica una responsabilidad activa en la promoción de la paz y la reconciliación en nuestras comunidades. Los cristianos son llamados a actuar como agentes de cambio, fomentando el entendimiento y la armonía en lugar de la división. Esto se manifiesta a través de actos de amor y servicio hacia los demás, así como en esfuerzos por solucionar conflictos sin recurrir a la violencia. La enseñanza de Cristo enfatiza que la paz no es simplemente la ausencia de guerra, sino un estado positivo de bienestar y justicia que debe ser cultivado proactivamente.