Inversión de un cristiano en la compra de casa

El deseo de tener vivienda hace parte de la necesidad de seguridad de los seres humanos, según la pirámide que planteó el reconocido psicólogo estadounidense Abraham Maslow, en 1943. Pero ese deseo también es una promesa de Dios para sus hijos: «Daré esta tierra a tu descendencia», le dijo a Abram, en Génesis 12:7.

6/9/20214 min read

El deseo de tener vivienda hace parte de la necesidad de seguridad de los seres humanos, según la pirámide que planteó el reconocido psicólogo estadounidense Abraham Maslow, en 1943. Pero ese deseo también es una promesa de Dios para sus hijos: «Daré esta tierra a tu descendencia», le dijo a Abram, en Génesis 12:7.

Abram no se quedó con los brazos cruzados. Y tú tampoco debes hacerlo si quieres hacer realidad el sueño de tener casa propia. Esta guía reúne recomendaciones de expertos en planeación financiera, que te ayudarán a saber por qué, cuándo, cómo, dónde y qué comprar.

¿Por qué comprar? 

Muchas veces lo primero que se preguntan las personas es ¿qué comprar? Pero eso es lo último que deberían resolver. El análisis debe arrancar con la pregunta ¿por qué comprar? Conocer las verdaderas motivaciones es crucial para iniciar una correcta planeación del proyecto de inversión.

Como lo indica el experto Scott McGillivray, las personas deberían decidir comprar vivienda con base en sus propias circunstancias y necesidades. Cuando el motivo es la comparación con otras personas de su entorno, tarde o temprano sus decisiones las pondrán en peligro.

¿Cuándo comprar? 

El momento indicado está determinado por el nivel de madurez que el individuo o la familia haya alcanzado. La capacidad de ahorrar mensualmente es un buen indicador de dicha madurez. Expertos aseguran que esta capacidad se puede deducir cuando la pareja ha logrado ahorrar mensual y sistemáticamente durante mínimo dos años, con base en su presupuesto.

Sin disciplina y seriedad en el manejo de las finanzas, invertir en vivienda es muy riesgoso, independientemente del momento que esté pasando la economía, porque el éxito de hoy nunca garantiza el de mañana. Además, la mayoría de hogares, en algún momento de su historia, afrontará tiempos de “vacas flacas”, en ese entonces dependerá de las buenas o malas decisiones que haya tomado en los tiempos de abundancia.

¿Cómo comprar?    

Toda familia responsable en el área financiera, con el proyecto de adquirir vivienda propia, debe enfocar sus esfuerzos, en primer lugar, en el ahorro. Una vez tenga ahorrado el equivalente al 30% del valor de la vivienda, y esté libre de deudas, puede recurrir a una financiación.

Para eso, debe tener en cuenta que el valor de la cuota proyectada sea menor al valor del arriendo actual o inferior al valor del ahorro mensual que viene haciendo para ese fin. Esto permitirá que la valorización del inmueble fortalezca el patrimonio familiar como añadidura y no como un salvamento ante una eventual crisis.

Antes de iniciar cualquier financiación que sustituya el gasto del arriendo es recomendable que haya diversificación de los ingresos familiares, es decir, que mínimo provengan de dos fuentes diferentes con el fin de disminuir el riesgo de incumplimiento ante el deterioro eventual del ingreso total.

Si la cuota es mayor que el dinero destinado para el actual arriendo, algunos expertos como David L. Ramsey recomiendan seguir ahorrando hasta pagar un abono inicial que permita que las cuotas de financiación sean inferiores al 25% de los ingresos, o al 28% como lo estiman estudios de la Universidad de Maryland en Estados Unidos.

Cuando la casa se compra con financiación, todos los integrantes de la familia deben entender que están en una posición supremamente costosa y riesgosa, por lo que las prioridades económicas del hogar deben volcarse a pagar, incluso a costa de otros proyectos. Por lo tanto, adquirir nuevos activos como vehículos particulares, o asumir gastos mediante nuevos créditos o préstamos, atentará contra la libertad financiera.

Aunque muchas veces las crisis mundiales o locales pueden ocasionar serias dificultades económicas a los hogares, generalmente los principales responsables de la pérdida de las viviendas por incapacidad de pago, son las mismas familias, producto de una pobre planeación financiera antes, durante y después de la adquisición de sus casas.

¿Dónde y qué comprar?

Decidir dónde y qué comprar debe basarse en las necesidades propias del individuo o familia, desechando prejuicios concebidos por alguno de sus integrantes. Esto quiere decir, en el caso de los matrimonios, que el proyecto es único e independiente de los antecedentes individuales o familiares de sus miembros. Expertos como Kate Ashford, de la revista Forbes, recomiendan que la decisión de compra esté basada en las condiciones económicas de la pareja y en sus propios presupuestos y proyecciones.

También es importante tener en cuenta que la vivienda propia no garantiza por sí misma la felicidad sino la creación de uno de los ambientes que propician bienestar. Por último, es necesario revisar que la ubicación del inmueble sea indicada para la cotidianidad: llevar a los niños al colegio, ir al trabajo y la iglesia, entre otras.  

No caigas en estos errores comunes:

1. Comprar vivienda sin la disciplina de ahorrar.

2. No tener presentes los costos adicionales: escrituras, impuestos, arreglos locativos.

3. No haber construido un capital propio.

4. No contar con asesoría.

5. Tomar la decisión con base en las expectativas de solo uno de los cónyuges.

6. Comprar bajo presión.

7. Asumir compromisos por encima de la realidad económica de la familia.

Si quieres hacer más inversiones inmobiliarias, estos son otros errores comunes:

1. Desconocer los riesgos de especulación o la existencia de burbuja: sobrevaloración de los precios de los inmuebles.

2. No tener en cuenta incrementos en los tiempos de venta o arriendo.

3. No analizar la caída en los precios de la vivienda y en el valor de los arriendos.

4. No estudiar los niveles de valorización de las entidades oficiales u organizaciones reconocidas.

5. No contar con un avalúo del inmueble hecho por un profesional.

Desconocer estos principios puede convertir tu sueño en un trágico capítulo, como le ocurrió a cientos de familias en Colombia, a finales de los años 90, o recientemente a familias europeas, luego de la crisis financiera mundial que empezó en el 2008.

Solo la obediencia a los mandatos del Señor garantiza su bendición y el cumplimiento de esta promesa: Mi pueblo vivirá seguro, tranquilo en su hogar y encontrará reposo, Isaías 32:18 (NTV).